Como he realizado más de 50 cruceros por todo el mundo, sé de primera mano lo popular que es esta industria este año.
Después de hacer mi primer crucero por el Mediterráneo el año pasado, esto es lo que creo que todo el mundo debería saber antes de reservar el viaje.
Ir a principios o finales de la temporada de navegación significa menos aglomeraciones y mejor tiempo.
Muchas compañías de cruceros, como Virgin, Celebrity y Disney, comienzan la temporada mediterránea a principios de primavera y navegan hasta principios de otoño.
A comienzos o finales de la temporada, el tiempo suele ser más agradable y hay menos gente en algunos de los destinos más importantes, como Atenas.
Yo cometí el error de hacer mi crucero por el Mediterráneo a finales de mayo.
Algunos puertos de escala, como Niza (Francia), eran fáciles de recorrer, pero otros, como Roma, estaban abarrotados. Quería que se acabara el día antes de llegar al Vaticano.
Llegar pronto al puerto de embarque es fundamental para disfrutar de una navegación tranquila.
Mi consejo más importante para cualquier crucero es llegar a la ciudad de embarque al menos un día antes de la salida del barco.
Así tendrás tiempo de sobra para llegar al puerto, sobre todo con los retrasos de las aerolíneas que suelen producirse en verano. El barco no va a esperarte si no desembarcas a tiempo.
Aunque implique pagar el alojamiento y probablemente algunas comidas antes de embarcar, para mí merece la pena dormir bien antes de unas vacaciones en las que hay de todo.
Además, llegar pronto permite explorar la ciudad.
Asegúrate de llevar al menos una camisa con mangas y pantalones que te cubran las rodillas.
Algunos de los principales destinos turísticos europeos tienen códigos de vestimenta estrictos: por lo general, todo el mundo debe cubrirse al menos los hombros y las rodillas por respeto.
Si piensas visitar la Ciudad del Vaticano en Italia o los monasterios de Meteora en Grecia, asegúrate de meter en la maleta al menos una prenda que se ajuste a estas normas.
La mayoría de los cruceros disponen de servicio de lavandería, así que, si lo necesitas, puedes llevar la misma ropa durante varios días de excursión.
Las excursiones gastronómicas son una forma estupenda de conocer una ciudad, degustar platos locales y aprender algo de historia.
Si buscas una excursión única que te permita conocer lo más destacado de una ciudad europea, te recomiendo que reserves una ruta gastronómica. He hecho rutas por lugares como Ámsterdam, Budapest y París, y nunca me han decepcionado.
Las rutas gastronómicas pueden reservarse a través de operadores de viajes externos, como TripAdvisor o Viator, y ofrecen la oportunidad de ver algunos de los principales monumentos de una ciudad, probar platos locales y aprender algo de historia, todo en una sola excursión.
Las visitas suelen estar dirigidas por gente local, lo que significa que los guías también pueden darte algunas buenas recomendaciones si tienes tiempo antes de tener que volver al barco.
Considera la posibilidad de reservar excursiones a través de webs de terceros.
Los cruceros por el Mediterráneo pueden durar entre siete días y dos semanas, según la compañía y el itinerario. Reservar todas las excursiones a través de la compañía de cruceros puede salir muy caro, pero, por suerte, suele haber opciones más asequibles a través de terceros.
Pero yo solo reservo con operadores externos si el barco atraca justo en la ciudad que quiero explorar, porque no quiero quedarme nunca sin embarcar.
Por ejemplo, en mi crucero por el Mediterráneo del verano pasado, el barco fondeó en Cannes, y pude seguirlo de cerca durante toda la excursión.
Si el barco atraca en un punto secundario y hay que desplazarse a los grandes destinos turísticos, siempre reservo las excursiones a través de la compañía de cruceros. Por ejemplo, el día que mi familia y yo exploramos Roma, el barco atracó en Civitavecchia, Italia, y tuvimos que hacer un viaje de dos horas en autobús hasta la ciudad.
Reservar con la compañía de cruceros te garantiza el regreso al barco, incluso si la excursión se retrasa.