Sabes que comer kiwi es bueno cuando estás estreñido. Esta fruta tiene compuestos que hacen que funcione como un laxante natural. No es lo único que aporta esta colorida fruta.
Es rica en nutrientes y numerosas investigaciones han señalado en las últimas décadas los beneficios para la salud que conlleva su consumo regular. Esto incluye mejoras en la salud digestiva, inmunitaria y metabólica.
Las frutas son una parte importante de un patrón de alimentación saludable, comerlas de manera habitual, incluyendo el kiwi, aporta nutrientes esenciales, como minerales, vitaminas y antioxidantes.
El kiwi ofrece buenas cantidades de fibra, vitamina K y folatos. Si por algo sobresale es por su contenido en vitamina C. Unos 70 gramos de kiwi suponen 64 miligramos de vitamina C (107% de la dosis diaria recomendada).
No es el único compuesto antioxidante que tiene. Además del ácido ascórbico contiene otros sustancias bioactivas, que evitan el daño en el ADN, protegiendo de enfermedades como el cancer, asegura la Fundación Española de Nutrición (FEN). La actidina es una enzima que favorece la digestión. El kiwi es rico en potasio y apenas contiene sodio, por lo que resulta un alimento excelente para tu corazón.
Mejora el estado de ánimo
Niveles bajos de vitamina C están relacionados con un bajo nivel de vitalidad mental, fatiga e incluso depresión. Algunos estudios han encontrado que la suplementación aumenta la motivación y la concentración atencional, contribuyendo a mejorar el rendimiento en tareas cognitivas que requerían una atención sostenida.
El kiwi en concreto ha demostrado ser un poderoso estimulante del estado de ánimo. A principios de año una investigación de la Universidad de Otago estimó que esta fruta mejoraba la vitalidad y el estado de ánimo en solo 4 días.
El estudio publicado en The British Journal of Nutrition analizó los efectos de una intervención dietética de 8 semanas en 155 adultos con niveles bajos de vitamina C. La suplementación con kiwi mejoró la vitalidad y el estado de ánimo en ese tiempo, alcanzando su punto máximo entre los 14 y 16 días.