En los últimos años, hemos sido testigos de un cambio significativo en los hábitos de consumo de los jóvenes, con una disminución del consumo de alcohol y tabaco, pero un aumento de drogas como la marihuana o las sintéticas. Este giro en las preferencias no solo marca una evolución en las tendencias juveniles, sino que también plantea nuevas consideraciones en el ámbito de la salud pública.
El declive del alcohol en la juventud
Los jóvenes están dejando de lado las bebidas alcohólicas, un cambio respaldado por datos y estudios recientes. Según la investigación en Clinical Toxicology, el consumo de alcohol ha visto una tendencia decreciente notable. Este fenómeno no se atribuye necesariamente a un estilo de vida más saludable, sino más bien a la sustitución del alcohol por otras sustancias, en particular, la marihuana.
El auge del cannabis entre los adolescentes
Los jóvenes de hoy fuman menos tabaco, pero no por ello fuman menos en general. El estudio destacó un aumento alarmante del 245% en el abuso de cannabis entre los adolescentes desde el año 2000. Curiosamente, este incremento coincide con una disminución en el consumo de alcohol, señalando un cambio significativo en las preferencias de sustancias recreativas.
Además, se observó que el cannabis comenzó a ganar popularidad sobre otras sustancias, como el dextrometorfano, usado anteriormente para experiencias intoxicantes.
La influencia de la legalización del cannabis
Este cambio de tendencia también se relaciona con la creciente legalización del cannabis en varios estados de EE.UU. La legalización ha hecho que el cannabis sea más accesible para los jóvenes, cambiando la percepción de riesgo asociada a su consumo. Hoy en día, el cannabis es legal para uso recreativo en 19 estados y para uso médico en 36, lo que ha facilitado su acceso y ha contribuido a la percepción de que es una alternativa segura al alcohol.
El nuevo abstemio: un estilo de vida emergente
Paralelamente, al aumento del consumo de cannabis, se observa una tendencia hacia la abstinencia de alcohol entre los jóvenes. Estudios como el HBSC y otros realizados en el Reino Unido y EE.UU. muestran una disminución significativa en el consumo de bebidas alcohólicas por parte de los adolescentes y adultos jóvenes.
Ser abstemio ya no es un estigma, sino que se ha convertido en una elección de estilo de vida popular y respetada entre la juventud. Es más, muchos asocian el consumo de alcohol a una especie de adicción propia de viejos, de una vida triste que no afronta los problemas ni sabe divertirse, algo anticuado más que una conciencia de no consumir para no perjudicar la salud.
La situación en España
España no es una excepción en esa tendencia. El consumo diario de tabaco ha descendido un 8% en los últimos 25 años y la mitad se plantea dejarlo o al menos optar por alternativas como el tabaco de liar y el cigarro electrónico, que ha experimentado un aumento considerable. Son datos de jóvenes entre 15 y 34 años sacados de la encuesta sobre Alcohol y Drogas en España de 2023.
El botellón es más común entre las chicas de 14 a 18 años en casi todas las comunidades autónomas, excepto Extremadura. Se alerta que el alcohol tiene un efecto mayor en mujeres debido a diferencias en la composición corporal.
Sin embargo, el alcohol sigue siendo la sustancia más consumida por los jóvenes en España. Según la encuesta Estudes 2021, el 70,5% de estudiantes de 14 a 18 años ha bebido alcohol alguna vez; el 53,6% lo ha hecho en el último mes; y el 21,5% se ha emborrachado al menos una vez en el último mes. Además, tanto el inicio al alcohol y al tabaco se mantiene muy temprano, en una media de 14 años.
La situación con las drogas
En cuanto a las drogas, el cannabis es la droga ilegal más consumida por los jóvenes: más del 30% de los jóvenes lo han consumido alguna vez; un 2,3% lo ha hecho con la cocaína y un 2,1% con el MDMA.
La Ministra de Sanidad, Mónica García, ha anunciado planes para combatir el consumo de tabaco y alcohol entre los adolescentes, basándose en datos que muestran una alta prevalencia de consumo de alcohol en jóvenes entre 14 y 18 años en España.