Preparar la primera cita que vayas a tener con tu asesor financiero puede ahorrarte mucho tiempo y dinero. Y no por lo que te vaya a cobrar el experto en finanzas, sino por los errores que puedas enmendar antes de empezar tu camino financiero.
Antes de la reunión con tu asesor o planificador tienes que saber —como mínimo— cuánto ingresas, gastas, ahorras e inviertes al mes y al año. También a cuánto ascienden tus deudas o qué productos financieros tienes contratados —incluso el tipo de cuenta corriente en la que guardas tu dinero—.
Esos datos son imprescindibles para hacer una primera aproximación a tu perfil de riesgo. Pero hay más información crucial para el éxito financiero, que puedes recopilar antes de tu cita.
Estas son las 15 preguntas clave que deberías tener listas antes de reunirte con un asesor.
1. ¿Cuánto gastas e ingresas cada mes?
Esta es la base de cualquier planificación financiera. Debes tener un registro claro de tus ingresos y gastos mensuales. Si eso lo tienes reflejado en un presupuesto, ¡mejor que mejor!
Dentro de la categoría ingresos están el salario, los ingresos por inversiones, los bizum de tus amigos o las transferencias de tus padres. Vamos, todo el dinero que llegue a tu cuenta corriente. Los gastos los puedes —y debes— dividir entre fijos y variables.
Los gastos fijos o imprescindibles serán aquellos que no podrás cortar de la noche a la mañana si te despiden del trabajo, por ejemplo. Los gastos variables son, por lo tanto, todos los prescindibles, desde el ocio, hasta los gastos de decoración para el hogar, pasando por el café de media mañana…
2. ¿Cuál es tu capacidad de ahorro?
Conocer cuánto puedes ahorrar mensualmente es esencial para cualquier plan financiero.
Reflexiona sobre si podrías ahorrar más —recortando los gastos variables, por ejemplo— y qué cambios podrías hacer en tu presupuesto para incrementar tus ahorros.
Si no tienes un presupuesto, llevar un registro de gastos durante 3 meses te podría ayudar a proyectar uno desde cero.
3. ¿Cuántos meses necesitas de colchón de emergencias?
Los asesores financieros suelen recomendar tener, como mínimo, entre 6 y 9 meses de gastos fijos en un fondo de emergencia. Pero esta cantidad puede variar en función de la persona. Por ejemplo, si todavía vives en casa de tus padres, 6 meses puede ser más que suficiente para ti. Mientras que si eres padre soltero con hipoteca, igual necesitas ahorrar 12 meses de gastos fijos.
Tener claridad sobre cuántos meses de gastos necesitas cubrir te ayudará a determinar cuánto dinero deberías tener en el fondo de emergencia. Aunque es importante que tengas presente que, según el momento vital, el fondo de emergencia se tiene que actualizar con los objetivos financieros.
4. ¿Cuáles son tus objetivos financieros?
Antes de ver a un asesor, también deberías tener claro cuáles son tus objetivos a corto, medio y largo plazo. El corto plazo comprende al menos un año, el medio plazo de 5 años a 10 años, y el largo plazo, por lo menos, unos 20 años.
¿Quieres comprar una casa, ahorrar para la universidad de tus hijos, o jubilarte antes de tiempo? Entonces, necesitarás diferentes tipos de productos financieros y horizontes temporales para cada meta. No obstante, tu asesor podría plantearte nuevos objetivos en base a tu perfil o hacerte recomendaciones sobre los propósitos financieros con los que te hayas comprometido.
5. ¿Cuánto riesgo estás dispuesto a asumir?
Tu tolerancia al riesgo es un factor crucial en la planificación financiera y, en gran medida, se ajusta a tus objetivos financieros y tu situación económica. Pero también se verá condicionado por tu nivel de educación financiera y tu mentalidad en torno al dinero.
En este escenario, el factor psicológico es probablemente uno de los más influyentes. Reflexiona sobre cómo te sentirías si tus inversiones perdieran valor temporalmente y cuán cómodo estás con la posibilidad de obtener altos rendimientos a cambio de asumir riesgos mayores.
6. ¿Cuánto dinero quieres tener para jubilarte?
Estimar cuánto dinero necesitarás al jubilarte es esencial para diseñar un plan de ahorro y de inversión adecuado, sobre todo para el largo plazo.
Deberás calcular cuánto te costaría el tipo de vida que quieres llevar al jubilarte —y sumar la inflación y el colchón para los gastos imprevistos—. Aunque de aquí a la jubilación puedan suceder muchas cosas, haz una estimación en base a tu coste de vida actual.
7. ¿Qué productos financieros tienes contratados?
Lleva un listado de todos los productos financieros que ya tienes: cuentas corrientes, cuenta de ahorro, tarjetas de crédito, préstamos, hipotecas, seguros, fondos de inversión, plan de pensiones, depósitos, etc.
Esto ayudará al asesor a evaluar tu situación actual y darte recomendaciones más precisas.
8. ¿Qué documentos necesitas para trabajar con un asesor financiero?
Antes de la cita, pregunta al asesor qué documentos necesitas llevar.
Por lo general, necesitarás documentos identificativos, estados de cuenta bancarios, informes de inversiones, documentos de seguros, entre otros.
No es necesario que los lleves impresos —a no ser que te lo pida expresamente—. Pero sí es importante que los tengas a mano en el momento de la reunión.
9. ¿Cómo está estructurada tu deuda?
Haz un informe de todas tus deudas, incluyendo el nombre de las entidades con la que las tienes, los totales y desembolsos periódicos, las tasas de interés, los plazos y las condiciones.
El asesor necesita esta información para poder desarrollar un plan de pago o consolidación de deudas en el caso de que sea posible.
10. ¿Cuáles son tus ingresos esperados en el futuro?
De nuevo, tienes que pensar lo más a largo plazo posible, porque eso no lo puede hacer tu asesor por ti. Así que, basándose en tu carrera y experiencia, proyecta cuánto podrían crecer tus ingresos y en qué tiempo, las pagas extras o bonos o primas que suelas percibir e incluso si estás pensando en cambiar de trabajo.
Estos ingresos futuros afectan tu capacidad de ahorro y planificación. También los gastos, como verás a continuación.
11. ¿Gestionas tus finanzas con otra persona?
Es habitual —y en la mayoría de los casos recomendable— que las parejas gestionen sus finanzas en conjunto. Esto no significa que el 100% de sus ingresos se divida por igual para los dos, ni siquiera que compartan una misma cuenta corriente. Pero sí que pongan en común los objetivos financieros que tienen cada uno y complementarlos.
Según el nivel de agregación de la economía familiar, el asesor financiero podría querer compartir la cita con las personas implicadas.
12. ¿Estás preparado para cambios en tu situación personal?
Los cambios en la vida, como casarse, tener hijos o divorciarse, impactan en tus finanzas. De ahí que sea tan importante que, si compartes tu vida con otra persona, este se involucre en el proceso de definir los objetivos financieros que afectan al núcleo familiar.
Ahora bien, si estás soltero, esta cuestión es igual o más importante.
Los objetivos que definas condicionarán tu vida a medio y largo plazo. Y a veces es difícil (en el corto plazo) cancelar algunas decisiones de inversión.
13. ¿Estás diversificando tus inversiones adecuadamente?
Una diversificación adecuada ayuda a reducir el riesgo general y maximiza las oportunidades de crecimiento de tu cartera de inversión. Esa es precisamente la función que desempeña un asesor financiero: mantener un equilibrio óptimo entre riesgo y rendimiento.
Evalúa si tu cartera de inversiones ahora mismo ya tiene la diversificación que buscabas y cómo puede ayudarte un experto. Si no lo tienes claro, al menos clasifica las diferentes clases de activos: acciones, bonos, bienes raíces y efectivo, etc…
14. ¿Conoces los impuestos que afectarán a tus inversiones?
Algunas de tus decisiones de inversión pueden estar condicionadas por el marco fiscal vigente.
Por ejemplo, los planes de pensiones sólo difieren el impuesto sobre la renta de los primeros 1.500 euros que inviertas ese año. Invertir en empresas de nueva creación (startups) supone un ahorro sobre los primeros 15.000 euros. O los rendimientos que se obtienen por invertir en letras del Tesoro están exentos de retención a cuenta tanto en el IRPF como en el Impuesto sobre Sociedades.
15. ¿Tienes un plan de sucesión?
A nadie le gusta adelantarse tanto en el tiempo, pero también es importante que estudies qué pasaría con tus activos en caso de tu fallecimiento. Tener un testamento y un plan de sucesión claro es importante para proteger a tus seres queridos y asegurar que tus deseos se cumplan.
Si ya lo tienes, no te olvides de presentárselo a tu asesor. Pero, si todavía no has contratado un seguro o redactado un testamento, consulta con el experto qué puedes hacer para cada producto.
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