Cada poco tiempo surge la misma cuestión: ¿es mejor dormir en pareja en la misma cama o hacerlo en camas individuales? Dependiendo de a quién la preguntes, podrías recibir una respuesta u otra. Como suele suceder siempre, todo tiene ventajas e inconvenientes. Pero si eres de los que piensa que la primera opción es la más razonable, es conveniente saber cosas.
Hay formas y formas de dormir, y estas pueden afectar a una relación más de lo que la gente se piensa. Aquí te dejamos 5 consejos para dormir en pareja que te ayudan a mejorar tu relación.
La comunicación, clave para dormir en pareja
Siempre se suele dar por hecho que tienes confianza con alguien con quien compartes cama, pero existen excepciones, y son más habituales de lo que a veces se da por supuesto. Hablar con tu pareja de tus necesidades de descanso es una buena manera de ganar confianza y, por qué no decirlo, calidad de sueño.
Hechos aparentemente tan poco importantes como elegir una almohada (individual o grande) o comprar un colchón, en el fondo, pueden influir en la complicidad entre dos personas.
Respeta el espacio del otro
El espacio personal es un elemento crucial en cualquier relación, y más aún cuando se habla de la cama. Aunque puede ser tentador abrazarse toda la noche, es importante reconocer y respetar las preferencias individuales de sueño. Algunas personas prefieren tener su propio espacio para moverse, mientras que otras disfrutan de la cercanía constante.
Si hay diferencias en las preferencias de espacio, considera la posibilidad de probar diferentes disposiciones en la cama, como la opción de dormir en camas individuales unidas o utilizar sábanas y mantas separadas. La clave es encontrar un equilibrio que permita a ambos disfrutar de la cercanía y la comodidad sin comprometer la calidad del sueño.
Cuidado con el exceso de confianza
Si lo piensas bien, pasamos mucho tiempo en la cama, y cuando esta se comparte con la pareja, puede ser positivo pero también negativo. Por ejemplo, nunca está de más que cuides la forma en la que duermes, eligiendo ropa, conjuntos o lo que sea adecuados, no limitándote a utilizar ropa vieja de cualquier manera.
El exceso de confianza y la rutina, a veces pueden ser perjudiciales (por no decir siempre). Y eso también se lleva a la alcoba. Mantener un cierto grado de misterio y de atractivo compartiendo lecho cada noche no es fácil, pero tampoco imposible.
Ojo con los ronquidos
Los ronquidos son una de las principales fuentes de interrupción del sueño en las parejas. En lugar de ver los ronquidos como un problema individual, abórdalos como un desafío que ambos pueden superar juntos. La comunicación abierta es esencial; habla con tu pareja sobre cómo los ronquidos afectan tu sueño y busca soluciones.
Desde cambios en la posición para dormir hasta el uso de dispositivos antirronquidos, hay varias opciones que pueden ayudar a reducir los ronquidos. Es indudable que nadie ronca a propósito, faltaría más, pero a veces puede ser algo muy molesto para la otra persona, que perjudica mucho la calidad del descanso.
Cuida la temperatura
La temperatura de la habitación puede ser un factor determinante para un sueño placentero. Las preferencias de temperatura pueden variar entre las parejas, y encontrar el equilibrio adecuado no siempre es sencillo.
Si tu pareja es muy calurosa (o muy friolera), considera cambiar tu pijama o la ropa de cama, antes de empezar a pelearte por si hace demasiado frío o demasiado calor. La clave es crear un ambiente en el que ambos os sintáis cómodos.
Poniendo en práctica todos estos consejos, no solo descansarás mejor, sino que incluso puede que tu relación y la rutina en pareja mejore. Y eso, en los tiempos que corren, no es algo para tomarse de cualquier manera.