La manera que tienen los padres de criar a sus hijos es fundamental para contribuir a su desarrollo. Los niños comienzan a entender quiénes son desde que son bebés a través de sus progenitores. Aliza Pressman, psicóloga de desarrollo con casi dos décadas de experiencia, ha compartido la clave para criar hijos resilientes.
En su nuevo libro The 5 Principles of Parenting: Your Essential Guide to Raising Good Humans (que se traduce como Los 5 Principios de la Paternidad: Guía Esencial para Criar Buenos Seres Humanos en español), ha señalado la autorregulación como la clave para una crianza correcta.
“Una de las principales formas en que tanto niños como bebés aprenden a autorregularse es a través de la corregulación, que implica varios tipos de respuestas, como una presencia cálida, un reconocimiento de la angustia, un tono de voz calmante, además del modelado de nuestro propio proceso de calma”, ha afirmado.
La llamada “crianza amable” consiste en enseñar a los hijos cómo regularse a sí mismos a través de la calma cuando, por ejemplo, ven a sus padres enfadados. Sin embargo, existe un error que se comete a menudo en este tipo de crianza, ha recogido CNBC.
Algunos padres confunden la corregulación con fingir felicidad. Suele pasar al creer erróneamente que los niños no serán capaces de soportar su cabreo, ha dicho Pressman. Es importante que durante la crianza aprendan a gestionar sus emociones incluso cuando estas no son positivas. Por eso no hay que ocultarlas sino mostrar la manera de hacerles frente.
“Los niños pueden manejar nuestros sentimientos —toda nuestra gama de sentimientos— siempre y cuando entiendan que sabemos cómo manejarlos, que no necesitan ayudarnos a controlarlos y que, independientemente de nuestros estados mentales, siempre les queremos y vamos a ser capaces de cuidarles”, ha comentado Pressman.
En lugar de ocultar tus sentimientos, compártelos con tu hijo y hazle saber lo que sucede. No es necesario que le cuentes todo. Simplemente hazle ver cómo te sientes y tu interés en solucionarlo, para que de esa manera aprenda que debe hacer lo mismo cuando le suceda.
De esta manera tus hijos crecerán con mayor resiliencia. Serán personas más autónomas, capaces de gestionarse a sí mismas, y de buscar soluciones a los problemas que se les pongan por delante.