2023 era para mí el año del colchón de seguridad.
En enero me propuse destinar una parte de mi ahorro a completar el mínimo que los expertos recomiendan tener en el fondo de emergencia: tres meses de ingresos (o gastos fijos, según las necesidades de cada uno). El objetivo era que, en 2024, mi propósito de Año Nuevo fuese empezar a invertir el excedente de ahorro que no pasaría al fondo para imprevistos.
Programé una transferencia automática de mi cuenta corriente a la cuenta de ahorro remunerada. Pero, a lo largo del año, tuve que tirar varias veces de ese colchón de seguridad.
A finales de 2023, no estoy muy lejos de mi objetivo, pero desde luego que no lo he conseguido.
Así que he preguntado en Business Insider España a seis expertos en finanzas qué hacer si no se cumple con un objetivo y cómo planificar un propósito financiero de Año Nuevo con éxito.
Definir un propósito de Año Nuevo claro (y realista)
“Marcarse un objetivo ya está bien. Muchos no lo hacen y hasta esperan que en el futuro se lo solucione otro. El hecho de que te marques estos objetivos que te den más libertad, ya está muy bien de por sí. Pero tiene que reflexionar y que analizar qué ha ocurrido“, sugiere Unai Ansejo, cofundador y CEO de Indexa Capital.
Elizabeth Wakefield, asesora financiera independiente, cree que una de las principales razones por las que la gente no cumple con sus propósitos de Año Nuevo es el nivel de educación financiera.
“Si alguien no logra conseguir sus metas financieras es por falta de hábitos sólidos, de una educación adecuada y un sistema eficiente. Los hábitos financieros son fundamentales para lograr cumplir con nuestros objetivos financieros“, responde la experta a la solicitud de Business Insider España.
“Prácticas inadecuadas como no disponer de un presupuesto personal, ahorrar de forma irregular por falta de prioridad o caer en deudas innecesarias pueden llegar a ser motivos de peso para no conseguirlo”, añade Wakefield.
Controlar los gastos para ahorrar más este año
Fruto de no tener esos conocimientos o la planificación necesaria para conseguir un objetivo de ahorro periódico, los gastos en los presupuestos de las personas que no controlan sus finanzas se pueden descontrolar fácilmente. Ansejo insiste en que cada uno debe analizar y reflexionar sobre por qué no ha llegado a la meta. ¿Era un objetivo demasiado ambicioso (o no)?
“Le diría que reflexione y aprenda de qué ha pasado. A mí, por ejemplo, me encanta medir y revisar el objetivo. Así como ver si hay cosas por el camino que se podrían haber hecho de otra manera”, añade.
Luis Martín, socio de Abencys, coincide con Ansejo. Para Martín es una cuestión obvia de análisis de intereses, gastos y operaciones.
“La gente tiene que tener conocimiento de cuáles son sus posibilidades e informarse. Y creer en su propia seguridad. También es cierto que habrá gente que tenga un mayor miedo y se mueva más con arreglos de seguridad o menos”, defiende el experto.
“Aquellas personas que no han logrado su propósito financiero en 2023 deben reevaluar y ajustar el plan financiero, revisando la estructura de ingresos y poniendo el énfasis en el control de gastos“, añade Fernando Castelló Sirvent, economista, profesor e investigador de la Universidad Politècnica de Valencia.
“En situaciones como la actual, habitualmente, se difiere la asunción de responsabilidades tomando decisiones de endeudamiento e inversión cuyos efectos se aprecian a medio plazo”, advierte.
Analizar el contexto económico
“Igual ha gastado más de lo que quería inicialmente o igual es que han subido los tipos de interés y la hipoteca ahora cuesta más dinero y el ahorro que tenía pensado hacer, no ha podido ejecutarlo“, apunta el directivo de Indexa Capital. También puede haber ayudado a una persona cercana a atravesar un momento de crisis y, por ende, a quedarse con menos liquidez de lo esperado mes a mes…
“La austeridad puede ser una buena guía de actuación en aquellas economías domésticas que no se han planteado llevar a cabo un control periódico, planificado y recurrente de sus ingresos y gastos, evaluando la estimación previa y las desviaciones posteriores. Al final, como dice el proverbio sueco: ‘quien gasta en lo que no necesita, se roba a sí mismo'”, añade el profesor Castelló Sirvent.
La asesora financiera también está de acuerdo en que la falta de conocimientos sobre conceptos básicos —presupuesto, tipos de inversión, tasas de interés y gestión de riesgos, por ejemplo— puede hacer que las personas tomen decisiones financieras perjudiciales.
“Mi recomendación principal es dar prioridad a nuestras finanzas básicamente a través de dos opciones: educarnos financieramente o disponer de un asesor financiero que nos guíe. Al adquirir conocimientos financieros sólidos, podemos tomar mejores decisiones con nuestro dinero y, en consecuencia, que nos repercuta a una mejor calidad de vida en el momento presente y futuro”, sugiere.
Utilizar herramientas que te ayuden a ahorrar (o invertir)
En el camino, comenta en una consulta realizada por este medio a EFPA España, Luis Manuel Donaire, delegado territorial del Comité de Servicios a Asociados en Extremadura, la gente puede apoyarse en diferentes herramientas que le ayuden a construir el hábito del ahorro y, a partir de ahí, tener una situación financiera más saludable.
“La constancia es, en mi opinión, la octava maravilla —junto al interés compuesto—. Las aportaciones periódicas al inicio del mes son una ayuda muy importante para aquellas personas que no consiguen ahorrar. Aunque existen ahora otros métodos como el redondeo de las compras“, señala Donaire.
“Pero siempre ahorrar en una cuenta o producto separado. Los productos con liquidez limitada también son una buena alternativa”, añade.
Rentabilizar el ahorro
En esta misma línea, Jordi Bellobí, socio de RSM, al frente del área de Servicios de Asesoría Financiera de la firma, recomienda mantener al menos de tres a cuatro meses en la cuenta corriente. Luego, pasarlo a un producto que tenga alguna retribución —por pequeña que sea—.
“Eso es una tranquilidad muy grande. Que lo tengas en la cuenta corriente sin retribuir o que lo tengas metido en un activo de fácil o de elevada liquidez, lo puedes tener en un depósito que sea reembolsable o en una letra del tesoro a tres meses. Mejor una Letra del Tesoro a tres meses que nada. Así sacas una rentabilidad“, concluye.