Aunque los expertos en finanzas no puedan adivinar qué va a pasar en los mercados en 2024, hay consenso en torno a una estrategia de inversión: siempre es un buen momento para empezar a invertir, respetando el perfil de riesgo de cada uno y a largo plazo.
Hoy, se puede empezar a invertir desde 100 euros al mes —e incluso con menos dinero, según el producto financiero, la entidad o bróker y el activo que quieras comprar—. Con lo que todos los patrimonios, con una buena planificación, pueden aspirar a tener un sobresueldo en la jubilación.
Eso sí, antes de empezar a poner el dinero a trabajar, conviene tener un colchón de emergencia para gastos imprevistos. Este fondo ha de cubrir entre tres y hasta nueve meses de gastos fijos o ingresos, según el perfil de riesgo del inversor. Y más este año, en el que suenan campanas de recesión y los expertos recomiendan tener más dinero disponible (lo que se conoce como liquidez).
Si estos primeros 5.000 euros representan tus ahorros para emergencias, no deberías comprometerlo a largo plazo (porque nunca sabes cuándo puedas necesitar ese dinero).
Aun así, tienes opciones para ganar dinero por el dinero que tienes parado en tu cuenta corriente ahora mismo. Ahora bien, si estos 5.000 euros están ya fuera de tu fondo para imprevistos, 2024 es un buen año para estar invertido.
Estos son los productos financieros más atractivos para empezar a invertir con 5.000 euros en 2024.
Para el ahorro, cuentas remuneradas o depósitos
Las entidades financieras han tardado en trasladar la remuneración del pasivo a los productos más básicos y flexibles para casi cualquier perfil, independientemente del riesgo, como las cuentas remuneradas o los depósitos a plazo.
Después de verano, tal y como había informado Business Insider España con anterioridad, este tipo de productos financieros destinados al ahorro vieron mejoradas sus condiciones y —gracias también a los neobancos y plataformas de inversión— aumentaron su remuneración.
“Con el incremento en los tipos de interés, los productos financieros como las cuentas de ahorro a plazo fijo pueden ser más atractivos“, confirma Fernando Castelló Sirvent, economista, profesor e investigador de la Universitat Politècnica de Valencia.
En este tipo de cuentas puedes guardar tanto el dinero que tienes en tu cuenta corriente (a donde llega tu nómina o factura de autónomo) o tu colchón de emergencias (ese fondo que tienes para imprevistos y que cubre, como mínimo, tres meses de gastos).
De acuerdo con la asesora financiera Elizabeth Wakefield, utilizar depósitos —que es más una estrategia de ahorro que de inversión—, siempre ateniendo al criterio de batir la inflación con una rentabilidad superior al ritmo al que suben los precios, también es una buena opción.
La diferencia está en el tiempo en el que puedas necesitar ese dinero. El depósito puede tener penalizaciones si sacas el dinero antes de tiempo, por ejemplo. O las cuentas remuneradas pueden exigirte una serie de condiciones o comisiones que no son acordes a tu perfil.
Aportaciones periódicas a fondos o planes de pensiones
Si ya tienes resuelto el ahorro y quieres empezar a invertir, lo recomendable es hacerlo con aportaciones periódicas a productos de inversión que cumplan estas condiciones.
Idealmente, según la delegada Territorial del Comité de Servicios a Asociados de EFPA España en Aragón, Pilar Barcelona, en fondos o ETF diversificados y de bajo coste.
“Para un perfil equilibrado podríamos mantener entre un 40% y un 60% de inversión en Bolsa con exposición global a través preferiblemente de fondos de inversión o ETFs que van a permitir una mejor diversificación. El porcentaje restante estaría en Renta Fija Global minimizando exposición a riesgo divisa, preferiblemente también a través de fondos de inversión”, detalla.
“La bolsa yo creo que sí que ofrece, más allá de sectores, empresas que creo que el inversor medio puede identificar y entrar a un precio todavía razonable”, añade Jordi Bellobí, socio de RSM, responsable del área de Servicios de Asesoría Financiera en la firma.
“Si alguien dice, yo quiero entrar en Tesla. Por mucho que Tesla haya corregido, Tesla está cara para entrar. O Meta. Yo no estoy hablando de estos grandes valores. Yo estoy haciendo referencia a la propia Bolsa española, donde hay valores que pueden llegar a ser interesantes. Incluso dentro del Ibex 35″, confirma.
Ansejo, que también recomienda invertir en fondos de bajo coste, como los indexados, cree que para aquellos que no necesitan liquidez, también puede ser interesante empezar a invertir en planes de pensiones para que, al menos, 1.500 euros queden fuera de la factura fiscal.
¿Merece la pena la deuda corporativa o las Letras del Tesoro?
En un entorno de tipos de interés altos, como se comentaba con anterioridad, los productos de renta fija se vuelven más atractivos casi de forma automática. Básicamente porque, cuando vas a invertir en un bono de deuda, por ejemplo, el punto de partida no es cero.
“Si ahora mismo compras un bono del Tesoro español, te renta un 4,5% al año. Entonces, si no cambian los tipos de interés y la curva está plana en el 4,5%, ese año vas a ganar ese porcentaje —que ya está bien, es una buena rentabilidad para tener un bono—. Si los tipos bajan, vas a tener más de un 4,5%. Pero si suben, vas a tener menos rentabilidad“, explica Ansejo.
Bellobí cree que hay una oportunidad clara en la deuda, pero también que hay un problema de endeudamiento a nivel global que no debería llevar al inversor medio a meter su dinero en productos de renta fija a largo plazo. En ese caso, el experto sugiere que las letras de tres a nueve meses todavía estarían en el escenario ideal de tipos altos y alta remuneración de los bonos o Letras del Tesoro.
“Si escoges bien la empresa, una empresa bien gestionada financieramente, con un negocio resiliente, es un buen momento para comprar deuda corporativa. Hay oportunidades, pero hay que vigilar más que nunca a qué empresas te estás asociando”, advierte Bellobí.