Tus inversiones tienen un principio y un fin —ese momento en el que esperas recaudar todo lo que tu dinero ha trabajado para ti—. Este periodo de tiempo se llama horizonte temporal y puede ser muy, muy diferente según el tipo de activos que tienes en tu cartera, tus objetivos financieros o los riesgos que puedas (o quieras) asumir.
El tiempo que esperas mantener una inversión hasta recuperar el dinero puede ser específico, porque así lo determina el activo que tienes en tu cartera o general, según tus objetivos financieros. De este último tipo de horizonte temporal es del que vamos a hablar.
Primero, has de diferenciar el corto plazo del medio y el largo plazo. El corto plazo va de 2 a 3 años, el medio plazo hasta 10 años y el largo pazo más de 10 años (e incluso 15 o 20 años). Según tu horizonte temporal, podrás invertir una clase de activos u otra y tendrás que esperar más o menos tiempo para percibir los resultados de tu inversión.
Estos cinco pasos te ayudarán a definir el horizonte temporal de tus inversiones:
- Establecer tu perfil de riesgo: conocer tus finanzas, tus metas y los diferentes riesgos que puedes (o quieres) asumir.
- Definir tus objetivos financieros: cuando ya conoces tus metas, debes estimar cuánto, cómo y en qué invertir tus ahorros para conseguir tus objetivos. A partir de este punto, ya sabrás si estás en el corto, el medio o el largo plazo.
- Calcular el dinero y el tiempo que necesitas para conseguirlos: con los objetivos financieros, ya puedes empezar a proyectar el horizonte temporal de tu inversión. A partir de tu capacidad de ahorro y la fortuna que esperas acumular, podrás hacer diferentes estimaciones para la consecución de tus objetivos.
- Diseñar una estrategia de inversión: ya puedes elegir los activos financieros que mejor encajan con tus objetivos.
- Planificar cuándo y cómo recuperar tu inversión: trazar un plan para recuperar tu inversión con el menor impacto fiscal posible, sin afectar al resto de tus objetivos o sustituyendo los que ya has alcanzado por nuevas metas financieras.
Cuidado, también has de tener en cuenta que tus horizontes temporales cambian a medida que pasa el tiempo o cuando consigues tu objetivo de inversión. Para que no te despistes, los expertos recomiendan llevar un diario de tu estrategia y así poder revisar con el tiempo por qué tomaste determinadas decisiones financieras en su momento.