Es fácil dar por sentado que recibir una gran suma de dinero, como una herencia, puede cambiar tu situación financiera para siempre. Pero, en realidad, depende de las decisiones que tomes con ese dinero.
“De media, una herencia desaparece a los cinco años de recibirla, a menos que se invierta en activos financieros o en el patrimonio de la vivienda”, explica Shala L. Walker, planificadora financiera certificada.
Walker sabe lo rápido y fácil que puede volar el dinero. Ha trabajado con herederos que han recibido dinero suficiente para cambiar sus vidas por completo y, en cambio, ha visto cómo se lo han gastado y sólo han acudido a ella cuando ya estaba casi todo perdido.
Estas son las cinco peores cosas que Walker cree que puedes hacer si heredas una gran suma de dinero.
1. Conservar el dinero en efectivo a largo plazo
Si guardas todo el dinero en efectivo, puedes correr tres grandes riesgos: que la inflación te alcance; que pierdas dinero que podría haber ganado si hubiera invertido en un buen activo; y por último, que seas más propenso a gastar lo que tienes en cosas que no necesitas.
“Con el tiempo me he dado cuenta de que la gente tiende a quedarse con el dinero en efectivo durante mucho tiempo; tienen miedo de invertirlo y no saben realmente qué hacer, así que no hacen nada“, cuenta Walker.
En vez de dejar esa herencia parada, Walker recomienda hablar con un planificador financiero lo antes posible, para que te ayude a decidir qué hacer con tu efectivo.
2. Comprar un activo que no puedes cuidar
Uno de los mayores errores que cometen los herederos con grandes sumas de dinero es comprar un activo que no pueden mantener a largo plazo, como una casa cara.
“Gastar demasiado es el problema número uno”, dice Walker. Ella ha visto herederos comprar casas fuera de su rango de precios, incluso gastando el 100% de la herencia en la compra, y terminando con impuestos a la propiedad que no pueden pagar o casas que son caras de amueblar y mantener.
3. Mantener una propiedad heredada que no puede pagar
No todas las herencias son en metálico, algunas pueden ser en forma de propiedad. Walker señala que este tipo de herencia suele ser la más complicada, porque los herederos suelen tener un apego emocional a un bien que no pueden permitirse mantener.
“Sobre el papel aumentaba su patrimonio neto, pero tenían que utilizar sus activos líquidos para mantener la nueva propiedad. Así que, desde el punto de vista del flujo de caja, no tenían casa”, explica Walker.
La experta recomienda en estos casos examinar detenidamente las condiciones del bien heredado. Esto incluye los arrendamientos existentes, el dinero adeudado, los contratos pendientes e incluso el tiempo y las molestias que pueda requerir el mantenimiento de la propiedad o el activo.
Walker ha visto casos de personas que no tienen los ingresos o el flujo de caja necesarios para mantener una propiedad heredada y que, de todos modos, la conservan por motivos sentimentales. Muchos acaban recurriendo a sus ahorros y fondos de jubilación para pagar las facturas.
Su principal consejo: no asumir que debe aferrarse al activo.
4. Poner todo el dinero en el mismo sitio
En general, es una mala idea poner todo tu dinero en un único lugar, como una acción o una vivienda.
“Si estás construyendo una nueva cartera, debes asegurarte de que está diversificada, incluso si estás pensando en bienes inmuebles. Distribúyelo para reducir el riesgo”, advierte la planificadora financiera.
5. No hablar con un asesor financiero
Si has heredado dinero o un activo de algún tipo, hablar con un planificador financiero te ayudará a optimizar tu herencia para que no corras el riesgo de perderlo todo o acabar en una situación financiera peor que la que tenías antes.
Un asesor puede ayudarte a crear una cartera diversificada que incluya bienes inmuebles u otras grandes adquisiciones, y asegurarse de que dispone del dinero necesario para mantenerlos durante años.