Entre las cosas que los padres quieren para sus hijos es que estos tengan amigos. Así lo pone de manifiesto, por ejemplo, una encuesta de la Universidad de Michigan de septiembre. Según esta 1 de cada 5 padres se muestra preocupado porque su hijo no tenga amigos. Para una quinta parte, la timidez o la torpeza social se colocan como las principales razones.
Es normal que el aislamiento social esté entre las cosas que inquietan a los progenitores. “Las amistades pueden desempeñar un papel importante en la salud y el desarrollo general de los niños, su bienestar emocional, su autoestima y sus habilidades sociales”, sostiene Sarah Clark, científica investigadora en el departamento de pediatría de la Universidad de Michigan en Ann Arbor y una de las principales autoras.
¿Tu hijo necesita amigos?
Juega solo en el parque, fines de semana solitarios, demasiado tiempo en casa… ¿son estas cosas son normales o una señal de alerta de una vida social complicada con los años? Y si lo son, ¿hay algo que se pueda hacer al respecto?
Sin duda, hay cosas que los padres pueden hacer para ayudar a sus hijos a establecer vínculos. Motivarles, y llevarles a espacios divertidos donde conocer gente nueva son un pilar básico. Para mejorar sus habilidades sociales también es bueno enseñarles a preguntar y preocuparse por las personas, mantener el contacto visual y ser consciente de que cada niño socializa de una manera diferente. Sin embargo, por lo general, cuanto menos intervención haya por parte de los padres, mejor, creen los especialistas.
“Los padres pueden hacer mucho para facilitar y crear oportunidades, pero no pueden hacer amistades para sus hijos. Demasiada intervención directa no ayuda”, matiza la especialista en una entrevista en CNN.
No te metas demasiado
“Ayudar a los niños a hacer amigos es un equilibrio entre orientación, estímulo y darles espacio para desenvolverse en situaciones sociales de forma independiente”, resume Clark.
“Como adultos, podemos dar el ejemplo a través de nuestras propias interacciones, lo cual es muy diferente a involucrarnos en las interacciones de los niños, matiza en el medio. “Muéstrales qué hacer en función de cómo interactúas con tus amigos”.
Tener más oportunidades de probar cosas y conocer gente distinta aumenta naturalmente las probabilidades de dar con una persona afin, al tiempo que les ayuda a conocerse a sí mismos. Ir a espacios de juego, probar actividades diferentes o apuntarse a algún club o equipo son soluciones lógicas.
Los padres pueden ayudar eligiendo una actividad en grupos pequeños que el niño disfrute, sugiere Clark, y dejar espacio para que este se sienta cómodo interactuando con sus compañeros.
Pero es importante saber que “para algunos niños, hacer nuevos amigos puede ser estresante”, enfatiza la especialista. “Recuerda que los niños todavía están desarrollando y practicando sus habilidades sociales mientras hacen y mantienen amistades”.
En el caso de aquellos que tienen dificultades para hacer nuevos amigos debido a timidez, problemas médicos o ansiedad social, por ejemplo, “tal vez necesiten que se les enseñe gradualmente a hacer amigos”.
Pero si no es el caso es mejor “esperar y permitir que los niños cometan errores, interviniendo solo en cuestiones de seguridad”, asegura Clark. “Después, en un momento privado con el niño, los padres deben estar dispuestos a escucharlo y ofrecerle consejos”.