Si abandonas proyectos a medio camino, te obsesionas con los detalles o dejas pasar oportunidades creyendo que «no es el momento», puede que te estés autoboicoteando. Conoce más sobre este fenómeno psicológico.
¿Alguna vez te has sentido como tu peor enemigo? En particular, nos referimos a ese momento en el que te pones piedras en el camino, justo cuando estás a punto de dar un gran salto. El autosabotaje puede ser un gran obstáculo para cumplir nuestros sueños.
En este artículo, vamos a desglosar este mecanismo psicológico, identificando las posibles causas, y descubriremos estrategias para dejar de boicotear nuestro propio éxito y bienestar.
Autosabotaje: las trabas que nos ponemos
El autosabotaje es un patrón de comportamiento en el que una persona se obstaculiza a sí misma en el logro de sus objetivos. También se le conoce como autoboicot. En términos coloquiales, significa cortarse las alas. Consiste en acciones, pensamientos o creencias que limitan el progreso personal y profesional.
Un estudio reciente utiliza el concepto de «síndrome de la larva dorada» para describir a los individuos que parecen prometedores, pero nunca desarrollan sus habilidades, como orugas que no se convierten en mariposas, haciendo referencia a quienes se autosabotean.
Causas comunes
¿Quién en su sano juicio se complicaría la vida de forma intencionada? Bueno, la verdad es que el autoboicot es un fenómeno psicológico complejo y habitual que, a menudo, surge del miedo, la inseguridad y tendencias autodestructivas. También resulta de una combinación de varios factores.
A continuación, exploramos las principales razones que explican por qué nos autoboicoteamos en diferentes áreas de la vida:
- Miedo al fracaso: algunas personas temen demasiado no alcanzar sus metas, así que prefieren no intentarlo o sabotear sus esfuerzos.
- Baja autoestima: la falta de confianza en uno mismo puede llevar a la creencia de que uno es incapaz o no es digno de éxito o felicidad.
- Creencias limitantes: muchas personas cargan con ideas arraigadas que les dicen que no son lo suficientemente buenas, inteligentes o merecedoras. Estas creencias actúan como barreras invisibles que impiden el avance.
- Personalidad autodestructiva: hay quienes tienden a comportarse de manera que sabotean su propio bienestar, ya sea al elegir relaciones tóxicas, adoptar hábitos dañinos o rechazar oportunidades que podrían mejorar su vida.
- Experiencias traumáticas: las vivencias traumáticas pueden dejar heridas emocionales que afectan el modo en el que percibimos nuestras relaciones y nuestro valor. Estos traumas tienden a generar sentimientos de rechazo o no ser querido, predisponiendo al autoboicot.
- Incongruencia de metas: cuando alguien persigue metas que no están alineadas con sus verdaderos deseos o valores, se siente desconectado. Es posible que esto lleve a tomar decisiones que no ayudan a alcanzar esos objetivos, porque en realidad no se está comprometido con ellos.
Como vemos, los factores presentes detrás de alguien que se sabotea son diversos y varían de una persona a otra. Comprender las razones de este comportamiento es el primer paso para el cambio.
¿Cómo se manifiesta el autoboicot?
Si necesitas identificar si te estás autosaboteando, hay varias señales que ayudan a reconocer este comportamiento. Algunas manifestaciones comunes de autoboicot incluyen lo siguiente.
1. Eres demasiado perfeccionista
El perfeccionismo es un patrón psicológico en el que una persona establece estándares inalcanzables para sí misma. Involucra una serie de creencias y emociones que pueden paralizar a alguien en su búsqueda de objetivos. Cada error se convierte en una oportunidad para criticarse de forma dura, lo que desanima aún más el esfuerzo y perpetúa un ciclo de autoboicot.
Ejemplo
Laura es diseñadora gráfica y, cada vez que se le asigna un proyecto, siente la presión de que debe ser su mejor trabajo hasta la fecha. Pasa horas revisando detalles una y otra vez. Aunque recibe comentarios positivos, nunca se siente satisfecha y, con frecuencia, se retrasa en la entrega porque considera que nada es lo suficientemente perfecto.
2. Recurres a la procrastinación
Postergar tareas importantes es otra forma de sabotearse. En ocasiones, las personas procrastinamos por miedo al fracaso o por sentirnos abrumadas. En lugar de abordar los retos, nos distraemos con actividades más placenteras o menos desafiantes.
Ejemplo
Carlos sabe que tiene un examen importante en dos semanas, pero en lugar de estudiar, se distrae con series y videojuegos. Justifica su procrastinación pensando que «todavía queda tiempo», aunque, a medida que se acerca la fecha, la ansiedad aumenta. Al final, estudia de manera frenética la noche anterior, sintiéndose estresado y mal preparado.
3. Desaprovechas oportunidades
Esta forma de autoboicot implica desaprovechar oportunidades debido a miedos o inseguridades internas. La persona puede racionalizar su decisión de no participar o involucrarse en una situación que podría ser beneficiosa, convenciéndose a sí misma de que es lo mejor.
Ejemplo
Ana, una profesional talentosa, recibe una invitación para dar una charla en una conferencia de su industria. Aunque al principio está entusiasmada, empieza a dudar de sus habilidades y teme hacer el ridículo. Decide no aceptar. Así, pierde la oportunidad de mostrar su potencial y hacer conexiones.
4. Pones excusas
La justificación constante es una manera de eludir responsabilidades y evitar enfrentar desafíos, incluso aquellos que son significativos para uno. En ocasiones, las excusas actúan como un mecanismo de defensa, protegiéndonos del fracaso o la crítica. Sin embargo, también puede obstaculizar el logro de nuestras metas.
Ejemplo
Juan quiere mejorar su salud física y se propone empezar a hacer ejercicio con regularidad. Pero cada vez que intenta programar una sesión en el gimnasio, encuentra una razón para no ir. Que el cansancio. Que la falta de tiempo. Que las dificultades económicas…
5. Abandonas metas antes de tiempo
Rendirse antes de tiempo o dejar las cosas inconclusas es también una forma de cortarse las alas a sí mismo. Este comportamiento, a menudo, nace de la frustración o la falta de confianza. Es cierto: dejar las cosas a medias nos protege del error y de sentirnos incompetentes. ¡Pero también nos impide alcanzar el éxito!
Ejemplo
David comienza a estudiar Arquitectura, pero tras un semestre se siente abrumado y abandona. Luego se inscribe en Mercadeo, pero tras algunas semanas pierde el interés y también lo deja. Prueba con clases de fotografía, pero nuevamente se desanima y deja de asistir. Pasa de un proyecto a otro sin completar ninguno y pierde la oportunidad de profundizar en un área.
6. Niegas tus propias necesidades o deseos
Esta manifestación de autoboicot se produce cuando una persona ignora lo que realmente quiere o necesita. Aparecen pensamientos como «no lo necesito», «me da igual», «estoy bien así».
Ejemplo
En el fondo, Nataly desea una relación de pareja, pero se autoconvence de que está mejor sola. En realidad, está haciendo vista gorda de que desea conexión y compañía. Al no buscar oportunidades para salir, conocer a otras personas o buscar nuevas experiencias, se priva de la posibilidad de encontrar a alguien especial. En este caso, se está autosaboteando en el plano amoroso.
Consecuencias del autosabotaje
Este tipo de comportamiento tiene consecuencias profundas y duraderas en la vida de una persona. En primer lugar, puede generar altos niveles de estrés, ansiedad y frustración. Además, la autoestima tiende a deteriorarse y la autoconfianza disminuye.
El estancamiento personal y profesional es otra secuela, ya que las oportunidades no aprovechadas quizás dejen a la persona sintiéndose atrapada.
Las relaciones interpersonales también sufren. Boicotearse suele manifestarse en actitudes como la indiferencia, el rechazo o el descuido de los vínculos en general.
Qué hacer al respecto
Superar el autoboicot requiere un enfoque consciente y proactivo. Te presentamos algunas estrategias que ayudan a superar el autosabotaje:
- Tomar acción: piensa menos y haz más. La acción, por mínima que sea, ayuda a disminuir esa sensación de abrumarse y a ganar confianza.
- Autoevaluación y autoconocimiento: reflexiona sobre tus patrones de comportamiento e identifica las situaciones en las que te saboteas.
- Practicar la autocompasión: sé amable contigo. Reconoce que todos cometemos errores y que el fracaso es parte del aprendizaje. Para gestionar el perfeccionismo, puedes aplicar la regla del 70 %.
- Desafiar creencias limitantes: es esencial que cuestiones las creencias negativas que tienes sobre ti. Pregúntate si son realmente ciertas, busca evidencias que las contradigan y reemplaza estos pensamientos por otros más realistas.
La ayuda profesional es una herramienta contra este comportamiento
Además de aplicar las estrategias aquí compartidas, no subestimes el poder de la psicoterapia. Consultar con un terapeuta puede ser un gran alivio y una herramienta importante para reducir el autosabotaje.
Recibir apoyo profesional hace que el camino hacia la autocompasión y la acción sea mucho más fácil. En resumen, contar con esta guía es beneficioso para marcar la diferencia.