Suele decirse que durante la Edad Media no hubo producción de conocimiento, pero este planteamiento tiene sus excepciones. Aquí te contamos las contribuciones de la escolástica al pensamiento medieval.
La época medieval parece estar en un pasado lejano y, a veces, olvidado. Sin embargo, recuperar sus inicios resulta beneficioso para comprender algunos rasgos de nuestra historia y formas de pensamiento. En este sentido, denominamos escolástica al período de la Edad Media que abarca desde el siglo IX hasta el XV.
Durante esta fase, el cristianismo se consolida como religión predominante de la sociedad. Esto fue fruto de las escuelas religiosas que comenzaron a impartir formación especializada a los futuros sacerdotes. Con el tiempo, los métodos adoptados en estas escuelas se sistematizaron en las universidades, otra gran creación acaecida durante el escolasticismo. Indaguemos en el tema.
¿A qué llamamos escolástica?
El término escolástica proviene del vocablo latín scholasticus que significa, en primera instancia, «sabio», «letrado» u «hombre cultivado». Con el tiempo, la palabra pasó a designar a aquellos maestros que enseñaban las artes liberales del trivium (gramática, retórica y dialéctica) y el quadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música) en las escuelas monacales. Tiempo después, se convirtió en un método adoptado por educadores que seguían ciertas corrientes filosóficas.
Por lo general, se concibe al escolasticismo como aquel pensamiento que surgió y se desarrolló durante la Edad Media. En este período, la religión, en especial el cristianismo, sometió a la filosofía y a sus reflexiones para comprender y sostener sus postulados. De hecho, se considera este movimiento como aquel conocimiento filosófico y teológico que se enseñaba en las escuelas medievales.
¿Cómo surge el escolasticismo?
Podemos hablar de periodo pre escolástico, es decir, previo al surgimiento de la doctrina a comienzos del siglo VI de nuestra era. En este momento histórico, las antiguas escuelas paganas fueron cerradas por orden del emperador Justiniano. Con este suceso, se marca el declive de la cultura politeísta. En su lugar, la Iglesia cristiana y con ella el cristianismo buscan esparcir su fe por la sociedad.
Para ello, las iglesias abren nuevas escuelas que buscaron ser un reemplazo de las antiguas instituciones paganas. Las mismas fueron de tres tipos, según el lugar en el cual funcionaban.
Se consideraban paganas todas las personas que profesaran una fe distinta al cristianismo o que rindieran culto a los antiguos dioses.
Las primeras de ellas fueron las escuelas monacales dirigidas a la formación de monjes en las abadías. Luego surgieron las escuelas episcopales, cuya enseñanza se impartía en las catedrales y estaban dirigidas a que los futuros sacerdotes se instruyeran y a brindar una enseñanza elemental.
Por último, apareció la escuela palatina anexa a la corte del emperador Carlomagno y dirigida por el teólogo Alcuino de York. Esta fue fundamental para despertar la cultura medieval. Así las cosas, el escolasticismo aparece en un primer momento como las enseñanzas que se impartían en estas escuelas de tinte religioso.
Fases del escolasticismo
La ideología escolástica puede dividirse en tres fases. Entre los siglos IX y XI se ubica la primera etapa, un período caracterizado por las reformas que suceden hacia el interior de las escuelas monásticas y por una renovación eclesiástica. Los representantes más importantes durante este período fueron Anselmo de Canterbury y Pedro Abelardo.
Por su parte, conocida como la edad de oro de la filosofía escolástica, la segunda etapa se ubica a partir del siglo XIII, momento en que florecen las universidades. El rasgo más distintivo de este periodo es el desarrollo y perfeccionamiento del método escolástico, impartido en las corporaciones universitarias que recién estaban surgiendo. El representante más destacado fue Tomás de Aquino.
Finalmente, la tercera fase podemos ubicarla hacia el siglo XIV, momento en el cual la Iglesia y el Imperio se encuentran en una grave crisis. Suele considerarse a este período como el término de la influencia del mundo espiritual en todos los ámbitos de la vida humana: ciencia, política y religión. El representante más destacado fue Guillermo de Ockham, quien introdujo la separación entre fe y razón.
Las universidades
Con el surgimiento de las universidades en el siglo XII y XIII en Bolonia y París, el escolasticismo se sistematiza en un método de enseñanza. Estas instituciones nacen como asociaciones corporativas entre maestros y estudiantes.
La característica fundamental que adopta es la relación entre fe y razón. Atendiendo a ello, la filosofía sirve como un instrumento para interpretar las Sagradas Escrituras. Asimismo, la disciplina fue una herramienta muy útil en la clarificación y defensa la fe. El objetivo que se perseguía con esta síntesis era la construcción de una doctrina sistemática.
Características principales de este pensamiento
Como venimos adelantando, la armonía entre fe y razón es el rasgo más característico del pensamiento escolástico. No obstante, el mismo estuvo muy relacionado con la enseñanza y las escuelas.
Asimismo, fue un período de resurgimiento de las reflexiones de Aristóteles, gracias a las traducciones realizadas por diversos filósofos, entre los que se encuentra Boecio. En consecuencia, podemos resumir la singularidad del período de la filosofía medieval de la siguiente manera:
- Primacía de la fe sobre la razón: si bien la relación entre teología y filosofía no se puede negar, también es cierto que esta última se encontraba subordinada a la primera.
- Función docente: el escolasticismo se convirtió en un método sistemático para transmitir conocimiento. El procedimiento, a grandes rasgos, consistía en la lectura, comentario y debate sobre textos filosóficos o teológicos.
- Verdad revelada: la filosofía se hizo el instrumento privilegiado para comprender la palabra divina. Esto se debió a que la disciplina filosófica provee ciertos marcos lógicos y argumentativos que permiten esclarecer y dirimir disputas.
- Tradición filosófica: los textos y obras que circulaban eran de Platón, San Agustín y Aristóteles. La utilización de los principios racionales de estos filósofos permitió demostrar que las verdades de la fe cristiana no son contrarias a la razón humana.
¿Qué propone el método escolástico?
El método escolástico se desarrolló de manera especial en las universidades del siglo XII y XIII. Este procedimiento constaba de dos elementos centrales: la lectio y la quaestio.
La lectura o lectio acercaba al estudiante a la ciencia, o disciplina a estudiar, mediante textos filosóficos, teológicos y jurídicos. En una primera instancia, se buscaba interpretar y comentar la obra en cuestión.
Por supuesto, de tales lecturas surgían dudas, preguntas y problemas. A esto se llamó quaestio, una fase creadora e innovadora en la cual se podían poner en cuestión incluso tesis aceptadas.
Con el tiempo las quaestios alcanzaron cierta autonomía y pasaron a convertirse en quaestio disputata. Es decir, se organizaban debates públicos sobre un tema de interés general. Luego surgieron las quaestiones quodlibetales en las cuales los asistentes podían hacer preguntas de todo tipo.
Representantes destacados de la filosofía escolástica
Los filósofos sobresalientes de la Edad Media eran, en su mayoría, teólogos. En este sentido, sus investigaciones estuvieron centradas en brindar explicaciones sobre la naturaleza de Dios, la fe y la religión en general. Por este motivo, el escolasticismo se relaciona mucho con el cristianismo, ya que reflexiona sobre las creencias espirituales que predominaban en el Medievo. A continuación, sus representantes más destacados.
Severino Boecio (480-524)
Fue Severino Boecio quien estableció un puente entre el mundo romano y el cristianismo, por eso su figura fue clave para el surgimiento de la Edad Media. Sus trabajos de traducción sobre las obras de Aristóteles contribuyeron a que Occidente conociera la cultura griega. De igual modo, sus textos permitieron que a este filósofo griego lo reconocieran en el mundo cristiano.
Juan Escoto Eriúgena (800-877)
La introducción de la filosofía en las investigaciones teológicas estuvo a cargo de Juan Escoto Eriúgena. Esto significa que la razón se convirtió en una herramienta fundamental para explicar y clarificar el estudio de la religión. De hecho, en su obra De la predestinación, resalta el papel insustituible del intelecto.
Anselmo de Canterbury (1033-1109)
Anselmo de Canterbury es conocido por la formulación de argumentos que buscan demostrar la existencia de Dios. En su obra Monologion él propone cuatro pruebas conocidas como a posteriori, porque su punto de partida es la naturaleza de las cosas. En el mismo sentido, su libro Proslogion ofrece el reconocido argumento ontológico por su carácter a priori. Esto significa que parte de la idea mental que tenemos sobre Dios.
Pedro Abelardo (1079-1142)
Debido al papel que le otorgó a la razón para entender cuestiones fundamentales sobre Dios, Pedro Abelardo es la figura más prestigiosa del siglo XII. Este filósofo medieval se propuso alcanzar un conocimiento accesible a la razón humana y no contraria a las Sagradas Escrituras. Para ello estableció como punto de partida la duda y la crítica.
Tomás de Aquino (1221-1274)
Roccasecca, Italia, es el lugar de nacimiento de Tomás de Aquino en el año 1221. Fue considerado el máximo representante de la filosofía escolástica debido a que su pensamiento buscaba ser una preparación para la fe. De esta manera, concibió que tanto la disciplina filosófica como la teología se ayudaban entre sí para desentrañar los misterios de la fe. Entre sus obras más conocidas se encuentran la Summa contra Gentiles, la Suma teológica y su Scriptum super Sententias.
Guillermo de Ockham (1285-1349)
El pensamiento de Guillermo de Ockham ocasiona una ruptura entre fe y razón, y con esto se inicia la crisis y el fin del escolasticismo. Su propuesta de que las verdades de la fe no son evidentes ni probables demuestra que son inaccesibles para la razón humana. Por supuesto, esto supuso un viraje muy importante de las reflexiones filosóficas y teológicas de otros representantes de Medievo.
Importancia histórica y legado de la escolástica
Revisitar el período histórico de la Edad Media nos permite comprender los orígenes de las instituciones universitarias y lo que ocurre en su interior. De tal manera, podemos establecer comparaciones entre el método escolástico y las formas en que se transmite información en las universidades. Por supuesto que hubo cambios, pero su esencia se mantiene: lectura, comentario y debate.
Asimismo, este recorrido sirve para destacar la utilidad de la filosofía como herramienta racional y argumentativa. Los filósofos de la época medieval lo reconocieron e hicieron de ella un medio idóneo para pensar y reflexionar temas que parecen ser indiscutibles, como, por ejemplo, la existencia de Dios.