¿Qué hacer si no soporto a mi suegra?

¿Es su hipocresía? ¿Sus comentarios están fuera de lugar? ¿O es la «mamitis» en tu pareja lo que más te irrita? Si no toleras a tu suegra, es importante identificar la razón principal y decidir cuáles conflictos vale la pena enfrentar.

El mayor problema de llevarte mal con tu suegra es que tu relación de pareja podría correr riesgo. Para evitar que esto impacte en tu noviazgo o matrimonio, el primer paso es identificar qué hay detrás del rechazo y abordarlo de manera directa.

En paralelo, es clave saber cuándo necesitas que tu pareja intervenga para reforzar ciertos límites y cuándo es preferible ignorar los detalles menores que no valen la pena. No todas las batallas merecen ser luchadas. En esta lectura, encontrarás más consejos prácticos sobre cómo lidiar con una suegra que no soportas por controladora, crítica y/o pasivo-agresiva.

¿Por qué no aguantas a tu suegra?

Es un hecho que las relaciones con las suegras, a veces, resultan complicadas. Ahora bien, la fricción con ellas quizás se debe a diferentes causas. Aquí te dejamos algunas razones comunes que podrían explicar por qué te resulta difícil llevarte bien con ella.

  • Diferencias de personalidad: si tú y ella tienen formas de ser muy diferentes, esto puede acabar en malentendidos y conflictos constantes.
  • Falta de aceptación: si percibes que tu suegra no está a gusto contigo o con la relación que llevas con su hijo o hija, tiene sentido que desarrolles cierto rechazo hacia ella.
  • Expectativas demasiado altas: ya sea que tu suegra tenga expectativas poco realistas sobre cómo deberías ser, o que tú esperes una relación ideal con ella, sería agotador tratar de cumplir estas pretensiones.
  • Invasión de privacidad: ¿parece tener un don para hacer preguntas personales o comentar sobre la intimidad de tu pareja? Si consideras que sus intromisiones son desubicadas, es normal que sientas incomodidad.
  • Celos y competencias: la mamá de tu pareja puede sentir celos si cree que ocupas un rol importante en la vida de su hijo/a. Si ella siente que te robas el show, puede ponerse a la defensiva y mostrar su lado más competitivo.
  • Desacuerdos en los valores y dinámicas familiares: las diferencias en valores, creencias o cómo se manejan las cosas en la familia suelen causar conflictos. Si no están en la misma página en cuánto a cómo se deberían hacer las cosas, las tensiones tienden a ser frecuentes, sobre todo si tienes hijos con tu pareja.

Cómo manejar el rechazo hacia tu suegra (y así evitar que afecte tu relación)

A estas alturas, es posible que hayas detectado la razón por la cual no toleras a la madre de tu pareja. Ahora te estarás preguntando «qué hacer si no soporto a mi suegra» o «cómo hacer para que esta tensión no repercuta en mi relación». Toma nota de estas recomendaciones.

1. Identifica el origen y evalúa con quién deberías resolverlo

Una vez que sepas dónde está el problema, tendrías que decidir si tratar el tema con tu suegra, tu pareja o ambos. Si la raíz de tu malestar está en cómo él/ella maneja la relación con su madre, lo mejor es empezar conversando con tu compañero/a.

Pero si llevas tiempo en la relación y, aunque el vínculo con tu suegra no sea ideal, tienes un nivel de confianza que te permite hablar con franqueza, quizás sería útil conversar con ella directamente. Eso sí, asegúrate de que tu pareja esté al tanto para evitar sorpresas y malentendidos.

2. Habla con tu pareja y busquen soluciones en conjunto

Si bien es innegable que la tensión con tu suegra puede afectar tu noviazgo o matrimonio, es crucial recordar que tu relación principal es con tu pareja, no con su madre. Explícale cómo te sientes sin que parezca que estás lanzando dardos hacia su progenitora.

La comunicación asertiva es tu mejor amiga aquí. En lugar de decirle «tu mamá es una entrometida», podrías decir «me incomoda cuando se involucra tanto en nuestras decisiones», por ejemplo. Acuerden en conjunto los límites y las medidas a tomar para evitar que la situación cause un terremoto en la relación.

3. Prioriza el respeto y la cortesía en la comunicación

A la hora de hablar con tu suegra, intenta mantener la calma y el respeto, aunque te estén saliendo canas por la situación. Evita comentarios hirientes o despectivos, ya que estos solo empeorarán la tensión.

No tienes que fingir un afecto que no sientes, basta con mantener la cordialidad y el respeto. Después de todo, si planeas un futuro con tu pareja, tendrás que encontrarte con tu suegra en algunas ocasiones. Mantener una comunicación cortés facilitará la convivencia.

4. Si la relación es reciente, date tiempo para conocerla mejor

Las primeras impresiones no siempre son las más representativas. Si llevas poco tiempo en pareja e interactuaste con tu suegra solo unas pocas veces, en lugar de pensar «no la soporto», conviene que evites apresurarte a formar juicios definitivos. Date la oportunidad para conocerla poco a poco y, de la misma manera, permítele a ella conocerte mejor.

5. Intenta no tomar todos sus comentarios de manera personal

No vamos a negar que los comentarios de una suegra tóxica pueden parecer afilados como cuchillos, pero intenta no tomarlos con demasiada seriedad. Es más, ten presente que lo que dice puede reflejar más sus propias inseguridades o frustraciones que una crítica personal hacia ti.

6. No te fuerces a verla más de lo que quieres

Si tu suegra te resulta insoportable, no te obligues a participar de todos los encuentros familiares. Establecer límites en cuanto al tiempo que pasas con ella es una forma válida de cuidar tu salud mental. Es un tema que podrías discutir con tu pareja y, tal vez, acordar asistir solo a las reuniones más importantes.

7. Busca puntos en común

Por más desafiante que te suene ahora mismo, ten en mente que encontrar intereses o temas de conversación comunes contribuye a mejorar la relación con tu suegra. Si descubres que comparten el amor por la música, las plantas o tienen una opinión interesante sobre un tema en particular, utiliza esto como punto de partida para construir un lazo más positivo y agradable.

8. Elige tus batallas

A veces, es mejor estar en paz que tener razón. En algunas ocasiones será mejor dejar pasar pequeñas molestias para centrarse en los problemas relevantes de verdad. Decide en qué puntos vale la pena expresar tu malestar y en cuáles es mejor pasarlo por alto.

¿Tu pareja sufre de «mamitis»?

Ahora, hablando de dinámicas familiares, quizás hayas notado que tu pareja tiene una dependencia emocional excesiva hacia su mamá. En términos coloquiales, esto se conoce como «mamitis» y se refiere a la tendencia de una persona adulta a buscar la aprobación de su madre en casi todo.

Si tu pareja necesita el visto bueno de su mamá para cada decisión, desde qué comer cuando tiene dolor de estómago hasta cómo manejar el dinero, puede que rechaces esta dinámica de sobreprotección y dependencia. Además, es posible percibir una especie de rivalidad en la que sientes que su madre siempre lleva la delantera.

Pero seamos claros: el verdadero problema aquí no eres tú y ni tu suegra, sino la falta de autonomía de tu pareja. A fin de cuentas, ya es una persona adulta y debería ser capaz de tomar decisiones de manera independiente.

¿No soportas a tu suegra? Cambia lo que puedas y acepta lo que no puedas cambiar

La madre de tu pareja tiene su propia personalidad, sus opiniones y su forma de ver las cosas, y no siempre podrás modificar eso.

En lugar de enfocarte en intentar cambiar a tu suegra o la forma en que ella te ve, centra tus esfuerzos en lo que sí está en tus manos: tus propias reacciones y actitudes. Seguro esto aliviará las tensiones y te hará sentir más tranquilidad en tu relación. ¡Ánimo!

Sharon Laura Capeluto.

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