Netflix ha ganado mucho dinero en los últimos tres meses.
Que aburrimiento. ¿Qué hay de nuevo en todo esto? Netflix es el claro ganador de la guerra del streaming, y cada trimestre tiene otra oportunidad de demostrarlo. Como ha hecho este jueves, cuando ha sumado otros 5 millones de suscriptores.
Pero lee de nuevo la primera frase. No es solo que Netflix esté muy por delante de sus rivales en cuanto a abonados e ingresos. En realidad, Netflix está ingresando tanto dinero que está obteniendo beneficios, mientras que sus competidores luchan por alcanzar el punto de equilibrio.
Muchos beneficios: 2.300 millones de dólares en ingresos netos, sobre 9.800 millones de ingresos. Para finales de año, la empresa cree que habrá generado 8.700 millones de dólares de beneficios.
No esperes que nadie celebre un desfile para honrar el logro de Netflix. Wall Street espera este tipo de rendimiento de Netflix, razón por la cual sus acciones están cerca de un máximo histórico.
Pero merece la pena destacarlo porque, no hace mucho, mucha gente muy razonable pensaba que Netflix nunca podría llegar tan lejos.
Esto se debe a que Netflix solía dedicarse a quemar efectivo —miles de millones de dólares al año— a medida que se abría camino en la guerra del streaming mediante la concesión de licencias de series de televisión y películas de otros y la creación de las suyas propias. Y Netflix financió toda esa incineración de efectivo contrayendo una deuda de miles de millones de dólares.
A finales de 2020, la compañía contaba con más de 15.000 millones de dólares de deuda a largo plazo, y una preocupación que se oía todo el tiempo por parte de los bajistas de Netflix era: “Está muy bien que gasten todo este dinero en contenidos, pero ¿cuándo van a poder amortizarlos?”
La respuesta de Netflix fue algo así como: “Confiad en nosotros: todo el dinero que gastamos en contenidos —especialmente en contenidos originales, de los que somos propietarios para siempre— es dinero bien gastado porque significa que podemos atraer a más clientes, que nos darán más dinero. Y al final, tendremos tantos clientes, y tanto dinero, que no tendremos que pedir más préstamos para mantener esto en marcha”.
Y lo consiguieron: en enero de 2021, Netflix dijo que ya no tenía que recurrir al mercado de bonos para pagar sus operaciones (aunque desde entonces ha pedido más dinero prestado para pagar parte de su deuda más antigua). Desde entonces todo ha ido viento en popa.
La mejor manera de ver este cambio de tendencia es analizando el flujo de caja libre de Netflix: el dinero que tiene a mano después de pagar sus operaciones diarias. En 2019, Netflix tuvo un flujo de caja negativo de 3.300 millones de dólares. A finales de 2023, había oscilado a 6.900 millones de dólares positivos.
Esto no quiere decir que Netflix se vaya a poner como una fiera a gastar ahora que su tesis se ha confirmado. La empresa ha dejado claro a Wall Street que, tras años de aumentar los presupuestos de programación, va a mantener las cosas planas durante un tiempo.
Mientras tanto, sabe que los inversores quieren más dinero y más beneficios, y por eso está haciendo varias cosas que antes dijo que nunca haría: poner anuncios y dificultar que la gente “comparta” contraseñas.
Sus competidores están intentando cosas similares, pero con bases de usuarios mucho más pequeñas y presupuestos de programación más limitados, lo que hace que les sea mucho más difícil competir.
Lo cual no es ninguna novedad si se ha estado siguiendo a la empresa (de nuevo, mira este gráfico de las acciones). Aun así, es bueno tenerlo en cuenta.