Es uno de los mayores quebraderos de cabeza para el consumidor y en los teléfonos móviles: las dichosas llamadas comerciales o mensajes de spam. Cada vez las marcas incluyen en sus modelos más funcionalidades para “caparlas” o al menos detectarlas, así como cada vez hay más aplicaciones disponibles que estas y otras herramientas para no ser molestado y timado. Van surgiendo nuevas medidas, por parte también de Gobierno e instituciones. El Ejecutivo es consciente del problema y ha implementado reformas para proteger más al consumidor de las llamadas comerciales, entre ellas, el uso de un código bloqueador.
Y las normas ya están vigentes. Desde el 7 de junio de 2025, en España ya no se permiten las llamadas comerciales desde números móviles con prefijos como el 600 o el 700. Una medida que supone un gran giro en la lucha contra el spam telefónico y que tiene como objetivo facilitar a los ciudadanos la identificación y el bloqueo de llamadas no deseadas. A partir de ahora, solo podrán utilizarse los prefijos 800 y 900 para comunicaciones comerciales, una obligación que afecta directamente a operadoras, empresas de telemarketing y anunciantes.
Este cambio llega después de años de quejas ciudadanas y desigual efectividad de herramientas como la Lista Robinson, para unos un alivio que funciona, y para otros todo lo contrario. Con esta normativa, el Ejecutivo quiere limitar los abusos de las llamadas comerciales encubiertas y proteger a los usuarios frente a fraudes, estafas y tácticas de presión comercial que llegaban incluso a horas intempestivas.
Un nuevo marco para las llamadas: ¿cómo afecta esta norma?
La nueva legislación, impulsada desde el Ministerio de Asuntos Económicos, impide a las empresas usar numeraciones móviles para contactar a potenciales clientes, una práctica que hasta ahora era frecuente y que dificultaba distinguir entre una llamada personal y una comercial, algo clave sobre todo si estás en una situación que esperas llamadas laborales o de reclutamiento, si estás buscando trabajo.
Con esta medida todas las llamadas comerciales deben utilizar prefijos 800 o 900, lo que permite identificarlas de forma inmediata y los usuarios podrán bloquear automáticamente estos prefijos si así lo desean desde sus teléfonos o mediante apps de terceros.
Las operadoras estarán obligadas a bloquear las llamadas que incumplan la normativa, es decir, aquellas que lleguen desde móviles o números no identificados como comerciales, con lo que también las propias compañías telefónicas deben ahora rediseñar sus protocolos para cumplir con la ley y evitar sanciones.
¿Qué prefijos hay que tener en cuenta a partir de ahora?
La norma distingue con claridad qué tipo de prefijos se consideran aptos para llamadas comerciales:
- Números comerciales: 800 y 900, identificables y gratuitos para el usuario.
- Móviles que comienzan por 6XX y 7XX: prohibidos para fines comerciales desde junio 2025.
- Falsos móviles: numeraciones falsas o no registradas, detectables por operadoras como riesgo de fraude.
Eso sí, no todas las llamadas desde números 800 o 900 son spam. Muchas empresas los emplean también para soporte técnico o atención al cliente. No obstante, la ley obliga a que el usuario pueda identificar claramente la finalidad de la llamada antes de interactuar con ella.
Más protección para los usuarios: bloqueo y responsabilidad de las operadoras
Uno de los puntos más innovadores de esta regulación es que traslada parte de la responsabilidad a las operadoras. Si una empresa incumple la norma, será la compañía telefónica la encargada de interrumpir la comunicación antes de que llegue al usuario.
Esto representa un antes y un después, ya que hasta ahora la responsabilidad caía íntegramente sobre el consumidor, que debía identificar, bloquear y reportar cada número. Ahora, la ley fuerza a las empresas de telecomunicaciones a establecer filtros proactivos y mecanismos automáticos para detener los abusos.
Las compañías que no colaboren con esta obligación se arriesgan a fuertes sanciones económicas, y se abre la puerta también a compensaciones para los usuarios afectados, algo que hasta ahora solo ocurría en contados casos.
En España, según datos de la OCU y FACUA, el 75% de los usuarios ha recibido llamadas spam al menos una vez por semana. Las tácticas iban desde el cambio de tarifa energética hasta encuestas falsas, pasando por estafas vinculadas a bancos, premios inexistentes o falsos sorteos.
Las iniciativas anteriores, como la inscripción en la Lista Robinson, han sido insuficientes. Muchas empresas se saltaban este registro, alegando consentimiento implícito o supuestos contratos previos. Con la nueva regulación, eso ya no será posible.
Además, el Gobierno contempla nuevas sanciones para los reincidentes, incluyendo la inhabilitación temporal para realizar campañas de marketing telefónico.
Qué puedes hacer si recibes llamadas fuera de la ley
Si a partir de ahora recibes una llamada comercial desde un número móvil o sin prefijo identificativo, puedes anotar el número y hora de la llamada, reclamar a tu operadora para que verifique si ha incumplido el bloqueo y reportar la infracción a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).
Además, en casos reiterados, el usuario tiene derecho a reclamar una compensación económica si demuestra que la empresa ha actuado fuera de la legalidad.
No obstante, siempre hay trucos que recomiendan si al final contestas, y que demostrarán que conoces la ley y tus derechos al menos, como pedir al teleoperador explícitamente que eliminen tu número de la lista, ya que en muchos casos usan el sistema de devolución automática de llamadas para los que no contestan, que lo incluyan en una lista específica para no recibir llamadas comerciales.
Ah, y muy importante, en este caso relacionado con la IA y sus posibles fraudes por voz: nunca contestes con un “sí”, ya que se podría clonar y usar tu voz con esa palabra para aceptar cualquier cosa. Usa mejor el clásico “diga” o “dígame”.