Había oído hablar del Pacific Crest Trail [PCT] cuando tenía 18 años, y como soy de Washington y crecí en Seattle (Estados Unidos), la idea de volver a casa andando me atraía mucho. Decidí hacerlo en 2023.
Por aquel entonces trabajaba como consultora en PricewaterhouseCoopers y decidí aprovechar un programa que tienen en el que puedes pedir un permiso retribuido y recibir el 20% de tu sueldo. En mi mente, hacer un thru-hike (travesía, ruta de senderismo) sería una experiencia única. Lo haces una vez en la vida y sigues adelante.
La travesía me llevó cinco meses. Cuando terminé, me sentí como si acabara de hacer algo increíble… y luego volví a trabajar. Fue una transición muy dura.
Mi equipo también había cambiado durante mi ausencia. Sentía que ya ni siquiera sabía qué tipo de trabajo estaba haciendo. No sabía cuál era mi futuro en la empresa, aunque me encantaba el trabajo que hacía antes de irme.
Este año he decidido dejar mi trabajo.
Mi último día de trabajo ha sido el miércoles, y este lunes empiezo mi próxima travesía.
Estoy haciendo la Continental Divide Trail y enlazándola con la Great Divide Trail de Canadá. La ruta sigue las cadenas montañosas que dividen el continente, desde Nuevo México hasta Kakwa Lakes, en la Columbia Británica [provincia canadiense en el oeste del país]. El recorrido total es de 3.700 millas [unos 6.000 kilómetros] y espero terminarlo en unos cinco meses. Tengo previsto recorrer una media de 30 millas [casi 50 km] al día.
Poder adentrarme en otro país y continuar por el mismo sendero otras 700 millas [más de 1.100 km] me parece una forma única de conocer esta parte del país, tan hermosa y salvaje. Quiero hacer cosas que me den miedo, y esta ruta me da miedo. Además, este año cumplo 30 años y quería despedirme a lo grande.
Recorrer el PCT me ha cambiado
Empecé el PCT sola y al final me uní a un grupo que conocí en el camino antes de afrontar un tramo arriesgado.
En un momento dado, intentábamos sortear la nieve pisando ramas cuando una se rompió y me atravesó la pantorrilla.
Por suerte para mí, uno de mis compañeros de excursión era un marine sueco, así que me ayudó a recibir tratamiento médico, salió de la ruta conmigo y volvió a entrar después. En el centro de urgencias me dieron seis puntos. Así es como me pusieron mi nombre de senderista: Puntos.
Tuve que ausentarme de la ruta durante ocho días, pero el médico me dijo que podía seguir haciendo senderismo con los puntos y que me daría un kit de extracción de suturas para que me los quitara yo misma. Cuando volví con el grupo, el médico me llamó por FaceTiming y me los quité en la ladera de la montaña.
El senderismo es como un ciclo de lavado. No para de darte vueltas y más vueltas, y cada día estás luchando y es frustrante. Y luego, al final, te sientes como “Oh, soy diferente”. Sales más pura y más natural que antes, aunque estés menos limpia.
Te abre la mente y los ojos a otras formas de estar en el mundo, y te recuerda que no necesitas muchas de las cosas que tienes en la vida para ser feliz.
Cuando volví a trabajar, perdí esa identidad de sentirme tan poderosa y fuerte. Sentí que había perdido mucho el norte. En el sendero, tienes una estrella del norte tan clara…
Me he dado cuenta de que quería salir de la escalera corporativa
Tenía una trayectoria profesional muy definida. En consultoría, una persona llega a asociado, luego a asociado sénior, luego a gerente, luego a gerente sénior, luego a director y luego a socio. Yo era gerente y ahora estoy abandonando ese camino.
Aproximadamente un año después del PCT me di cuenta de que había llegado a un punto en el que o te comprometes con este camino y hablas de convertirte en socio de esta empresa, o te vas y haces algo completamente distinto.
Estaba en una encrucijada y tenía muchas conversaciones con la gente. ¿Quiero hacer de este camino mi vida? ¿Quiero esta vida?
Me di cuenta de que la respuesta era probablemente no. Sentía que las cosas que hacía en el sendero me daban mucha más vida que el estilo de vida que tenía cuando trabajaba.
Me siento afortunada en el sentido de que no dejo mi empresa en malos términos. Tengo esa red de seguridad de sentir que siempre puedo volver si quiero.
Ahora quiero encontrar la manera de combinar las habilidades de mi trabajo en PwC, como el coaching y la facilitación, con la vida al aire libre. Después de mi travesía, me gustaría empezar mi propia práctica de facilitación en la que la gente pueda experimentar el aire libre, ya sea en un par de sesiones diferentes, un fin de semana o una semana o dos, y obtener una experiencia similar a la que he obtenido haciendo senderismo sin tener que invertir necesariamente seis meses.
Me daba mucho miedo dejar mi trabajo, sobre todo en esta economía. Pero para mí es el momento adecuado. Si siguiera en mi empresa un año más, estaría perdiendo el tiempo. Languidecería. Me resentiría por estar dedicando mi tiempo a esto cuando sé que lo que quiero hacer es otra cosa.
Si tienes un sueño ahora, hazlo ahora. Si esperas, quizá sea menos alcanzable o menos accesible. Sigue ese instinto.