Entre las experiencias más dolorosas en la vida destaca el fallecimiento de una figura de apego. Es posible llevarlo con salud y aquí te damos recomendaciones para lograrlo.
Superar la muerte de un padre es tratar de sobreponerse a perder a una persona muy querida, una figura de apego que lleva presente en tu vida desde que naciste. El dolor parece insoportable y se tiene la sensación de que nunca terminará.
Lo cierto es que dicho dolor, cuando es sano, tiende a desaparecer con el paso del tiempo. Sin embargo, es importante pasar por él de la manera más suave posible, para que no se convierta en una herida que no cierra jamás. En este artículo vamos a darte información útil con este fin.
El proceso del duelo
El duelo es ese proceso psicológico que permite adaptarte a un mundo y a una vida tras la pérdida de un ser querido. Es posible que te suenen las cinco fases de este tránsito emocional, detalladas por la psiquiatra y escritora suizo-estadounidense Kubler-Ross : negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Es importante recalcar que cada quien vive el duelo de una manera diferente. Aunque las anteriores son las etapas naturales del mismo, el contenido de los pensamientos, el ritmo de avance o la intensidad de las emociones es algo personal. Por eso, no olvides que tu dolor, tenga la forma que tenga, es válido.
Consejos para superar la muerte de un padre
Lo primero que debes saber es que no hay una fórmula para superar el dolor de una pérdida, ni tampoco para anestesiarlo. No obstante, es posible tomar algunas medidas para gestionar las emociones de este proceso tan hiriente y convertirlas en expresiones saludables de afrontamiento. Veámoslas.
1. Habla sobre ello
Quieres superar el duelo de la muerte de un padre, pero es posible que al principio no seas capaz de verbalizar lo que llevas por dentro. Es importante que lo hagas cuando te sientas preparado/a. Esto previene el aislamiento y ayuda a configurar los recuerdos del fallecido.
En el caso de niños y adolescentes, la gestión emocional aún está en desarrollo; también es fundamental poner en palabras lo que sucede. Deja que expresen su dolor y no los invalides. Toda información que les proporciones debe ser honesta y transparente.
Adapta el lenguaje a su edad. Como menciona un artículo publicado en INFAD, Revista de Psicología, atravesar un duelo sano depende mucho de la educación y la socialización de este tema con sus pares y la familia.
2. No invalides tu tristeza
Vivimos en un mundo que limita el duelo: pocos días de permiso para luego regresar al trabajo, represión emocional en espacios públicos y un largo etcétera. Es por ello que resulta fácil pensar que, cuando nos salimos de los parámetros sociales, somos exagerados o dramáticos. Pero esto no podría ser menos cierto: tu dolor es tuyo, es real y nadie puede decirte cómo vivirlo.
Validar tu tristeza es ser capaz de transitar por ella hasta el final. No la reprimas, pues la herida sanará más despacio o dejará cicatriz.
3. Cumple tus autocuidados
A veces se pierden el hambre o el sueño, en otras ocasiones no apetece salir de casa. Todo ello es normal y válido, sin embargo, esfuérzate por mantener tu salud. Si no deseas quedar con tus amigos, da un pequeño paseo en solitario. Si no tienes hambre, come poco, pero come. Estos esmeros te ayudarán a evitar que la tristeza se convierta en depresión, ansiedad o en enfermedades físicas.
Si eres responsable de menores, trata de incluirles en los autocuidados. Compartir estos momentos, donde se prioriza la propia salud, sembrará una semilla de resiliencia y responsabilidad en ellos.
4. Apóyate en los demás
No eres la única persona que echa de menos a tu padre. La tristeza, de hecho, tiene una función adaptativa muy útil, como lo menciona un estudio de Psychiatry.
Un duelo siempre pasa más suave si hay hombros en los que llorar y si existe la confianza necesaria para sentirse seguro con un familiar o amigo. Aligerar la carga emocional en el otro permite tener una nueva perspectiva de la vida, pero, sobre todo, aceptar la pérdida.
Asimismo, recuerda prestar tu propio hombro a las personas cercanas a ti, en especial si son niños o adolescentes. De esta manera, estrecharás lazos con ellos y, al mismo tiempo, aprenderán que pueden buscar consuelo a su dolor en su círculo de confianza.
5. No tengas miedo de recordar
Para superar la muerte de un padre, una vez te encuentres en la fase de aceptación, no temas el dolor que viene con los recuerdos. Descubrirás que los buenos momentos dejan de estar teñidos de tristeza y se convierten en algo que ayuda a reconciliarte con su ausencia. Algunas personas celebran las buenas memorias que tienen de sus seres queridos fallecidos y eso les favorece en seguir adelante.
6. Deja que tu rutina se reconfigure
Tu vida no volverá a ser igual tras la muerte de tu padre. Aun así, tendrás que volver a ella y vivirla de igual manera. Si bien esto ocurre de manera natural, contribuye adquirir nuevos hábitos o repensar algunas costumbres que tenías con tu padre. Por ejemplo, hay quienes se sienten bien visitando los lugares favoritos de sus difuntos.
Por otra parte, superar la muerte de un padre en niños evidencia mayor afección, debido al cambio en el día a día. Para ellos, sus papás representan una influencia fundamental en su desarrollo y una figura de apego irremplazable. Dales tiempo de readaptarse a su nueva realidad y apóyales durante el proceso, pues será difícil.
7. Pide ayuda profesional
No todos los duelos transcurren de manera natural. Algunos son traumáticos, otros no tienen espacio ni tiempo para sanar. A veces, superar la muerte de un padre, no puede hacerse en solitario.
Por eso, antes de llevar una mochila emocional más pesada de lo que puedes soportar, acude a un profesional de la salud mental; este evaluará si necesitas intervención psicológica. Allí encontrarás un lugar seguro para expresarte y obtendrás los recursos para enfrentar a ese dolor que persiste. No temas pedir ayuda.
Esto aplica en gran medida a niños y adolescentes. En resonancia con el punto anterior, es posible que tengan que lidiar con el trauma o necesiten una guía psicológica para abordar su nueva rutina y procesar el duelo.
El dolor es inevitable, pero sonreirás de nuevo
¿Es posible superar la pérdida de un padre? Sí, de hecho, es lo sano y lo esperable. ¿Es posible ahorrarse el sufrimiento, «prepararse» para el momento? Esto ya tiene más matices.
Si bien algunas personas experimentan un duelo menos traumático, al hacer un trabajo de aceptación antes de un fallecimiento anunciado (como por ejemplo la muerte de un padre por cáncer), no es posible ahorrarse el dolor de la pérdida.
Y, para terminar, si estás en este espacio debido a que acabas de perder a tu padre, recibe todo nuestro cariño y apoyo. No podrás evitar la tristeza, pero te aseguramos que volverás a sonreír cuando pienses en él.